Para una mayor durabilidad  y limpieza de tus compresas y salvaslips de tela, es aconsejable seguir algunos pasos que te ayudarán a cuidar los tejidos que las componen:

1.- Cuando quites tu compresa sumérgela en agua fría durante al menos una hora, con la sangre mirando hacia abajo. 
La sangre es ligeramente más pesada que el agua y esta posición ayudará a que vaya saliendo de los tejidos.
Es muy importante que en este paso inicial el agua esté fría para que la sangre no se adhiera.

2.- Después de al menos una hora, puedes retirar ese agua (puedes regar tus plantas con ella ya que está llena de nutrientes) y enjuagar debajo del grifo con más agua fría, presionando sobre los tejidos para que la sangre salga de las capas interiores.

3.- Cuando el agua comience a salir transparente de los tejidos, puedes usar un jabón sólido para ropa y quitar las manchas frotando suavemente.

4.- Aclarar muy bien (la acumulación de jabón en las fibras puede generar mal olor en los próximos usos).
También puedes almacenarlas en un cubo durante el día y meterlas a la lavadora al día siguiente con el resto de la ropa, así te aseguras de un buen aclarado.

5. – Secar al aire libre, el sol ayuda a quitar pequeños restos de manchas en el que caso de que te haya quedado alguna.

6.- Para una mayor desinfección, cuando termine tu menstruación, lávalas todas en la lavadora a 30º, (es la temperatura recomendada para un correcto cuidado de la capa impermeable).

CONSEJOS EXTRA:
– Elige detergente ecológico que no sea contaminante para nuestro planeta y nuestro cuerpo.
– Guárdalas en un cajón libre de humedades y sin plegar para cuidar (más) los tejidos.
– Usa ropa interior ajustada para evitar que se muevan cuando las llevas puestas.

¡Las compresas y salvaslips de tela pueden durar muchos años con estos simples cuidados!